Increible la gula de muchas personas..."normales", a las que día a día veo en los supermecados comprando;son ellos los que padecen esa por mi llamada gula o es el escaparate díscolo que les ponen delante de sus ansiosos ojos.
Y se los llevaban a pares ¡¡ sin crisis...solo con gula, como si esa clase de dulces les supieran mejor que otras a la venta, fuesen más económicos, mejor confeccionados...o les quitará el hambre de aburrimiento y la poca creatividad que tiene una parte de esta sociedad.
Y se los llevaban a pares ¡¡ sin crisis...solo con gula, como si esa clase de dulces les supieran mejor que otras a la venta, fuesen más económicos, mejor confeccionados...o les quitará el hambre de aburrimiento y la poca creatividad que tiene una parte de esta sociedad.
Hoy 22 de Octubre han sacado a la venta ROSCONES DEL DÍA DE REYES a más de dos meses de su celebración.
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EL HAMBRE - MIGUEL HERNÁNDEZ
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Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.
El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.
Los años de abundancia, la saciedad, la hartura,
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.
Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.
Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.
Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.
No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.
En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.
II
El hambre es el primero de los conocimientos:
tener hambre es la cosa primera que se aprende.
Y la ferocidad de nuestros sentimientos,
allá donde el estómago se origina, se enciende.
Uno no es tan humano que no estrangule un día
pájaros sin sentir herida en la conciencia:
que no sea capaz de ahogar en nieve fría
palomas que no saben si no es de la inocencia.
El animal influye sobre mí con extremo,
la fiera late en todas mis fuerzas, mis pasiones.
A veces, he de hacer un esfuerzo supremo
para acallar en mí la voz de los leones.
Me enorgullece el título de animal en mi vida,
pero en el animal humano persevero.
Y busco por mi cuerpo lo más puro que anida,
bajo tanta maleza, con su valor primero.
Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos
donde la vida habita siniestramente sola.
Reaparece la fiera, recobra sus instintos,
sus patas erizadas, sus rencores, su cola.
Arroja sus estudios y la sabiduría,
y se quita la máscara, la piel de la cultura,
los ojos de la ciencia, la corteza tardía
de los conocimientos que descubre y procura.
Entonces solo sabe del mal, del exterminio.
Inventa gases, lanza motivos destructores,
regresa a la pezuña, retrocede al dominio
del colmillo, y avanza sobre los comedores.
Se ejercita en la bestia, y empuña la cuchara
dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.
Entonces sólo veo sobre el mundo una piara
de tigres, y en mis ojos la visión duele y pesa.
Yo no tengo en el alma tanto tigre admitido,
tanto chacal prohijado, que el vino que me toca,
el pan, el día, el hambre no tenga compartido
con otras hambres puestas noblemente en la boca.
Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera
hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente.
Yo, animal familiar, con esta sangre obrera
os doy la humanidad que mi canción presiente.
3 comentarios:
Evidentemente nuestra sociedad desconoce o ignora la palabra AUSTERIDAD. Vivir austeramente en tiempos de bonanza y de crisis. Nunca hay que porque derrochar y el que acapara al final tiene que tirarlo todo porque se estropea.
Me has dejado loca con el Roscón.
Increíble:(
Un beso
Hay veces que me pregunto dónde está la crisis cuando observo algunas cosas.Esta sociedad nuestra sólo piensa en consumir y atesorar.Es increible ver los campos de fútbol llenos,los escaraparates diseñados para la compra.
Estamos auténticamente desquiciados.
Hermosísimo poema de Miguel y el incombustible Serrat.
Saludos
Conmovedor video.Doloroso.
Para plantearnos el por qué y la sinrazón de las injusticias cebadas en seres inocentes.
Lamentablemente es un tema que parece un laberinto sin salida.
Que tantos niños mueran de hambre sirve para cuestionar los errores cometidos por un sistema perverso que carece de principios y de ética. También de escrúpulos.
La gran materia pendiente : el humanismo.
Y el clamor permanente de la urgente " equitativa distribución de la riqueza" .Ni más ni menos.Así de simple.
Magnífica conjunción Miguel y Serrat!
Magistral post!!!
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