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viernes, 29 de marzo de 2013

De niña no me gustaban los curas ni las sotanas... ( A mi ...)

El Cabrero_Como Viento de Poniente 2
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http://youtu.be/JTfPZrZmwvQ


"De niño no me gustaban
 los libros ni la sotana
 ni salir en procesión
 era tan desobediente
 como el viento de poniente
 revoltoso y juguetón.

En vez de mirar pal cielo
 me puse a medir el suelo
 que me tocaba de andar
 y nunca seguí al rebaño
 porque ni el pastor ni el amo
 eran gente de fiar.
 Empecé haciendo carrera
 por atajos y vereas
 muy estrechas para mi,
 y decían mis vecinos
 que llevaba mal camino
 apartao del redil.

Como aquel que calla otorga
 y aunque la ignorancia es sorda
 pude levantar la voz
 más fuerte que los ladríos
 de los perros consentíos
 y que la voz del pastor.

Siempre fui esa oveja negra
 que supo esquivar las piedras
 que le tiraban a dar.
 Y entre más pasan los años
 más me aparto del rebaño
 porque no se adonde va.

Como aquel que calla otorga
 y aunque la ignorancia es sorda
 pude levantar la voz
 más fuerte que los ladríos
 de los perros consentíos
 y que la voz del pastor"

3 comentarios:

José dijo...

Emocionante cante de una valiente poesía. “Perros consentíos” hay a quien le gusta ser el perro del amo, aun teniendo la oportunidad de ser solo perro.
Un abrazo.

Emilio Manuel dijo...

Es que daban miedo con sus trajes negros y no digo nada aquellas monjas con ellas cosas en la cabeza que parecía que iban a volar.

Un saludo

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Siempre hay que decir: ¡Por suerte no lo hice! Me alegra mucho que no lo hicieses y que apartarse del rebaño supusiese saber cómo era, saber qué hacía, saber que su entretenimiento era tratar de cazar y maldecir a quien amaba la libertad y por ello le llamaban díscolo.
¡Viva la libertad! ¡Viva la opinión propia y no la dirigida!

Un saludo.