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miércoles, 15 de agosto de 2012

LA OBSCENIDAD Y EL SÍMBOLO. Un buenísimo artículo .



http://blogs.publico.es/dominiopublico/5665/la-obscenidad-y-el-simbolo-sobre-la-accion-politica-del-sat/
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Luis Romero Y Asociados
Abogados Penalistas. Defensa y Acusación Penal. 900 300 307
RomeroAbogados.com/AbogadosPenal
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"La expropiación de comida del SAT simboliza y le da una palabra política precisamente a aquello que se pretende silenciar: no solo una realidad subyacente (la pobreza, la desigualdad, el paro y el sufrimiento ciudadano) de la que hay que empezar a hablar de otra manera, sino la distancia creciente que separa al poder político de su objeto mismo, de una realidad política y social que ya no puede contener, ordenar y controlar con tanta facilidad. Esa distancia amenaza con romper la ficción básica del consentimiento, de la legitimidad del poder y de sus leyes, por la que el pueblo “autoriza” a quienes lo representan y ejercen autoridad sobre él. La efectividad del régimen jurídico-político de la propiedad, con todas sus raíces y ramificaciones económicas, productivas, legales e institucionales, se apoya en última instancia sobre ese círculo ficcional que dibuja la libertad de un pueblo durante un instante para a continuación justificar su sometimiento. Cuando el círculo se interrumpe y esa ficción se resquebraja, todo gobierno se queda desnudo y pasa a volverse inaceptable."

3 comentarios:

Sara O. Durán dijo...

Te dejo un abrazo Ysupais, me documentaré sobre esto que desconozco, pero que siempre tienes la gran cualidad de inducir a querer saber más... Eso no lo logra cualquiera.

Unknown dijo...

Ha sido el Pueblo soberano, que indignado, sin que se le den soluciones, y harto de ser robado por las élites en todos los sentidos, han dado la vuelta a la realidad y han actuado de la misma forma que se ha actuado sobre ellos, sin legitimidad ninguna y con toda la violencia del Estado, con la diferencia de que el Pueblo enarbola la bandera de la necesidad frente al frío saqueo a que ha sido sometido, y puede exigir la devolución de su soberanía en cualquier momento.

Roberto R Bravo dijo...

Para los que están el poder es muy fácil: si las leyes no se adecuan a sus deseos, pues se cambian.

Siempre ha sido así. Como muestra de esa denuncia léase Los Miserables, de Víctor Hugo. Lo que no ha habido siempre ha sido una conciencia tan aguda y generalizada en los ciudadados como la está habiendo hoy.

A los que están en el poder (¿legítimamente?) no les gustan las protestas, las acciones de calle. Quizás están empezando a darse cuenta de que esa legitimidad no les pertenece, a la vez que ya no pueden actuar tan impunemente como en otros tiempos.