No sé como empezar a contar algo que nunca debió ocurrir, y si todo ocurre porque asi debe ser y se cuenta que nada es casual , el correr del tiempo, que dicen que todo lo borra, lo cura o lo suaviza, me ha demostrado lo contrario; que lo que fué seguirá siendo... aunque solo en el recuerdo.
Amistad, cariño y recuerdos mutuos de unas amigas, que por circunstancias ajenas a ellas mismas se separaron y estuvieron ausentes dieciocho años, pero presentes en el recuerdo y en la comunicación verbal que hicieron a sus hijos respectivos, de esta noble amistad que nació en su juventud y se interrumpió incomprensiblemente.
Y asi ocurrió allá en 1992...
En la sala de espera de un hospital < casualmente > encontré al marido de mi amiga y un torrente de preguntas surgieron por parte de ambos.
Por fin la habia encontrado, en todo ese tiempo no supe nada de ella, alguien dijo que se habia separado el matrimonio, y con esa noticia triste pero posible, se desvaneció la posibilidad de busqueda.
A veces pensé escribir a esos programas que se dedican a buscar personas o familiares que por circunstancias se han separado y han perdido el rastro de ellos en este " pequeño mundo".
Seguidamente a este encuentro y aclarados los bulos que la gente hizo correr, nos telefoneamos mi amiga y yo; hablamos largo rato, fué emocionante; las preguntas fluían, los recuerdos se agolpaban y venian a través de su cálida voz, una voz que no habia cambiado con el tiempo y se mantenia inalterable y alegre. Era una vibración mutua la que sentíamos a través del frio teléfono, pero que sirvió de enlace para un futuro encuentro.
A las 5'30 de una fría tarde de noviembre tuvo lugar el mismo, en la madrileña calle de la Cuesta de Mollano. Mientras esperaba mi pensamiento volaba ye preguntaba como sería ahora, ? habría cambiado en ese largo espacio de tiempo o se mantendría igual que sutono de voz ¿ ¡ Que más daba ¡ eso no era importante.
Pasaba gente, gente acompañada, mujeres solas a las que yo miraba de frente y sostenía la mirada buscando la faz de mi amiga.¡ Que pensarian ¡ .
El reloj marcó el minuto exacto en que la vi de lejos.Vestía falda oscura, su pelo ahora era de color caoba, pero sus ojos pequeños y vivos estaban ahí, estaban sonriendo, eran los mismos que yo recordaba.
Según avanzábamos nuestras miradas conectaron y nos reunimos en un fuerte abrazo.
Había ocurrido lo que nunca debía de haber dejado de pasar.
Paseamos cogidas del brazo por el Paseo del Prado y nuestra conversación era tan abundante que no nos dábamos cuenta de lo que pasaba a nuestro alrededor. Llegamos a Cibeles y retrocedimos buscando una cafeteria; nos sentamos frente a frente en una mesa y nuestra charla siguió y siguió; los cafés se nos quedaron frios, pero nuestra cálida conversación nos decia que ninguna de las dos habíamos olvidado nada de nuestra antigua amistad.
Nos dimos cuenta de lo que a nosotras nos había pasado, y fué lo siguiente: que hace veinte o treinta años, la mujer vivía en pos de algo o de alguien y que por esas circunstancías no realizábamos nuestros actos con total libertad, estábamos relegadas al conformismo, a la obediencia y a no romper moldes y tradiciones inútiles...abandonándo nuestras vivencias por el solo hecho de cambiar de vida...de solteras a casadas.
Ella dudaba en separarse, tenia miedo, a él, por sus hijos... yo ya lo estaba...di el primer paso por encima de todo, asi no podia seguir viviendo, nada podia ser peor que una vida en soledad, aunque acompañada.
Sirva este relato a quien le interese y saque sus conclusiones, de lo que somos y de lo que podemos ser si nos lo proponemos.
Después de aquel encuentro hubo unas llamadas posteriores ... ella las dejó de hacer...seguia teniendo miedo a dar ese paso... yo no insistí más en la relación de amistad, quizás después de haber pasado otros casi 20 años ella habrá tenido o no, el valor de decisión...nunca lo sabré, porque aunque el mundo es un" pañuelo" los encuentros no siempre se producen " casualmente ".
A.M.R.
9-9-11
5 comentarios:
nunca nadie debería perder su propia indentidad por nada.
Me alegro de ese encuentro y de esa amistad que no se ha perdido con el tiempo. Me ha calado muy hondo esta historia porque perdí a una amiga sin saber todavía por qué.
un besitos
Vaya historia de amistad difícil. La pena es que no se mantenga por miedos que no tienen nada que ver con vuestra relación. Pero así es la vida, qué pena.
Un abrazo grande!!
El relato de una vivencia, y los sentimientos siempre son subjetivos. Aunque ella no se separase una vez vuelto el encuentro de una amistad, no entiendo que se esfume de nuevo. Yo tengo al menos dos muy buenas amigas separadas y yo no lo estoy. Esto no es un obstáculo. Tu amiga no rompe con el marido y si contigo nuevamente. No conozco a tu amiga ni su situación personal pero seguramente es sumamente dura.
Las separaciones están al orden del día. En mi familia ya hay unas cuantas también.
Bss y buen finde
´Los divorcios y separaciones de gente que decidieron en un momento pasar TODA LA VIDA juntos, siempre me da mucha tristeza; ojalá isempre estas separaciones sean por algo mejor. Un abrazo
Menuda historia de encuentros y desencuentros. Esta historia me dice que hubo una gran amistad y que a pesar de todo el tiempo pasado el encuentro revivió vuestro cariño.
Lo mismo encontrarse contigo le hizo reflexionar de algun modo, aunque no lo sabrás si no te encuentras con ella otra vez.
Un abrazo.
Publicar un comentario