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lunes, 5 de septiembre de 2011

CARTA DE UN MÉDICO CATALÁN



(y en el resto de España estamos igual)











CARTA DE UN MÉDICO CATALÁN






Me despiden.










A partir del día 1 de Agosto no podré atenderles más debido a los


recortes presupuestarios en sanidad proyectados por el gobierno de la


Generalitat. Según me han comentado en subdirección médica, el


hospital de Bellvitge no tiene dinero para pagarme este verano. Ni a


mí, ni a los otros 56 médicos eventuales que, como yo, serán


despedidos. Inicialmente el plan es recontratarnos en septiembre u


octubre, con contratos renovables de mes a mes, sin derecho a


vacaciones y posiblemente con una rebaja del sueldo.


Estas opciones son casi una invitación a los médicos para que


abandonemos la sanidad pública. Lo mismo está pasando desde hace mucho


tiempo con enfermeras, auxiliares y demás sanitarios que han visto


empeorar sus condiciones de trabajo en los últimos años.






Estos recortes, junto con los realizados previamente y el actual


cierre de hospitales, contribuirán a aumentar las listas de espera


tanto para consultas como para quirófanos y a reducir la calidad de la


asistencia hasta el punto que, quien quiera tener acceso a la salud,


sólo le quedará la opción de pagar un seguro privado. Además de los


gastos de este seguro deberá contar con el hecho de que la aseguradora


no tendrá la misma cobertura de salud que la sanidad pública.


Esto será un gran beneficio económico para las aseguradoras de salud,


que posiblemente ya se están frotando las manos pensando en los


millones de euros que ganarán aprovechando esta penosa situación.


También será un gran beneficio para las arcas de los gobiernos que


habrán de gastar menos dinero en salud. Es decir, la salud de las


personas es una carga para las arcas de los gobiernos. Pero entonces,


¿por qué pagamos impuestos?










Resulta curioso que no haya dinero para pagar médicos pero que sí


haya para pagar un parlamento europeo, otro nacional, un parlamento


autonómico, diputaciones y alcaldías. (No sé si son necesarios tantos


"jefes").


También hay dinero para pagar pensiones vitalicias, y de cantidades


importantes, a diputados y senadores. Yo personalmente prefiero tener


un cirujano y una anestesista contratados que un político en su casa


felicitándose por las cosas buenas que hizo cuando estaba trabajando


para levantar el país.


También hay dinero para mantener coches oficiales que evidentemente


son coches de gama alta y para que nuestros eurodiputados viajen en


primera clase por que se cansan si viajan en clase turista. Eso sin


contar dietas, alojamientos y otros gastos.


Hay miles de millones de euros para rescatar a los bancos de la


crisis pero sin que después se les pida que devuelvan el dinero que se


les ha dejado, este préstamo es lo que nos deja sin dinero para la


salud y la la educación. Pero claro, los políticos y los bancos


siempre son muy amigos y la economía de libre mercado intocable. ¿No


hay dinero? No me lo creo.














Señores pacientes. Luchen por su salud: porque se la están robando.


Con la excusa de la crisis, han retirado el dinero a lo más necesario


en benificio de unos pocos. Nuestra sanidad, se está hundiendo y no es


por falta de dinero sino por puros intereses económicos .. Quizás


acabaremos como en Estados Unidos donde, quien no se lo puede


permitir, no tiene derecho a la salud.














Luchen por su salud. Hagan reclamaciones, demandas judiciales,


manifiéstense, asóciense, indígnense. Los sanitarios ya hemos luchado,


ahora les toca a ustedes.














Quieren privatizar LA SANIDAD Y lo conseguirán si USTEDES NO LO IMPIDEN.


















2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

No me sorprende nada, tengo un sobrino que trabaja como enfermero en uno de los grandes Hospitales de Barcelona y lo contratan por días.

Saludos

Anónimo dijo...

La situación se pone tensa, muy tensa.
Esta carta de un medico podria se de cialquier trabajador con otra profesión.
Muy bien esta difusión y eco de la queja.
Mis saludos.