Set and Setting (escenario y colocación)
Los efectos de la marihuana son especialmente dependientes de las variaciones en el decorado y la situación individuales (set and setting).
El set [escenario, decorado] se define como lo que el consumidor aporta a la droga: su propia situación médica, psicológica, fisiológica, estado mental, etc.
Por eso algunos pacientes están más preparados que otros a los beneficios terapéuticos de la marihuana de una manera natural.
El setting [colocación, situación] es la situación externa en la cual el consumidor toma la droga: el entorno físico, sensorial y social.
Las personas que habitualmente disfrutan con la marihuana, a menudo reaccionan desfavorablemente en circunstancias negativas, si están presionados por las obligaciones, desconcertados por una compañía que no les resulta agradable o si se encuentran en entornos desagradables.
La marihuana tiene la capacidad "paradójica" de producir reacciones opuestas en circunstancias diferentes.
Aunque es típico de ella calmar las náuseas, la epasticidad, el dolor y el insomnio, puede también agravarlos en situaciones excepcionales o sujetos determinados.
Una vez más, hemos de decir que la marihuana puede producir euforia, placer o relajación, en una ocasión, y malestar, depresión o ansiedad en otra.
La naturaleza paradójica del cannabis procede del hecho de que sus efectos son filtrados a través de los centros superiores de la consciencia humana.
Por ello, el poeta francés Baudelaire llamó al hachís "el espejo de aumento", enfatizando la importancia de la personalidad además del set and setting. La marihuana tiene resultados diferentes en gente diferente.
La gente que la aprecia la usa a menudo para aumentar la intensidad de sus sensaciones. Pueden fumar antes de comer, escuchando música, presenciando películas o partidos, o dando un paseo o una excursión, o de charlas con los amigos, o simplemente reflexionando.
Muchos consumidores advierten sentimientos subjetivos de creatividad e inspiración, aunque esto no siempre soporta un sobrio análisis posterior.
Muchos consumidores devotos comunican sentimientos de euforia, alegría, buenos deseos, empatía y sentimientos religiosos.
Dicen que la marihuana les ayuda a pensar en cosas serias, a ponerse introspectivos y espirituales, a captar la esencia de las cosas.
La persona a la que no le gusta la marihuana se queja de ansiedad, inseguridad, paranoia, timidez, irritabilidad, disforia y pérdida del autocontrol. Pueden también percibir que interfiere en su capacidad laboral, concentración y funciones.
( DE fACEBOOK)
4 comentarios:
Como todas las cosas: según y quién y cómo y con quién...
Y sin abusar.
No la he fumado, porque no fumo, pero como me gusta el dulce, me hicieron unos pastelillos que todavía los recuerdo, "la madre que los parió", que malo me puse.
Uno ya estaba mayor para esas cosas,
Saludos
Como no la he probado no tengo ni idea. Y no pienso hacerlo tampoco.
No creo ni en medicamentos ni en hierbas milagrosas, y si en el trabajo personal y la voluntad para controlar mis estados de ánimo. (igual pierdo un día la chaveta:)
Un beso y buen finde
Yo nunca he fumado ni tabaco, pero parece ser que la "maría" no es tan mala como la pintan, no sé mucho de este tema.
besitos
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