Si esto pasa con el material que se utiliza para bebés que no habrá de contaminado para lo que metemos en el microondas...tendremos que averiguarlo.
El bisfenol-A, una noticia buena y una mala... Greenpeace España
Los biberones en Europa dejarán de contener bisfenol-A (BPA) en marzo de 2011. Como se explicaba en el post El extraño caso del bisfenol-A y el principio de precaución, estos biberones tóxicos implican un grave problema de salud para quienes los utilizan puesto que la sustancia en cuestión entra en los alimentos que contienen. Se trata, a primera vista, de la cara más despiadada de este veneno.
Esta prohibición se decidió en el Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y de Sanidad Animal de la UE tras varios meses de discusiones entre la Comisión, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, los Estados miembros y la industria. John Dalli, Comisario de Sanidad de la UE se felicitaba de la “buena noticia para los consumidores” y reconoció que existe "incertidumbre" en torno al BPA y a las repercusiones que pueda tener "en el desarrollo, la respuesta inmune o el desarrollo de tumores".
¿Entonces? ¿No se convierte esta respuesta en una noticia solo regular para los consumidores? ¿Quién está a cargo de nuestros intereses? Reconociendo la UE que el BPA es una sustancia tan peligrosa, ¿han tardado meses en prohibirla y sólo en biberones? Un informe de Greenpeace y WWF, realizado en 2005 detectó esta sustancia en sangre de mujeres embarazadas y en cordón umbilical. Esto viene a demostrar que acabar con la exposición generalizada a esta sustancia tóxica va más allá de esta medida. La prohibición de BPA en biberones para “proteger” a los consumidores, se hace tras meses de negociación, industria incluida.
Por eso, cuando la negociación es “interés industrial vs. protección de la salud”, los intereses públicos ganan y pierden a la vez. Os quitamos biberones y os dejamos el resto... Por eso la semana pasada tuvimos una noticia buena y una mala. Los bebés ya no se expondrán al BPA a través de los biberones en la UE.
Pero, hay que seguir trabajando para que ni los bebés, ni el resto de la sociedad siga en contacto con este veneno que todavía seguirá encontrándose, en las latas de comida, en los recibos de la compra, en empastes dentales, en ordenadores, teléfonos móviles, dispositivos médicos...etc
Sara del Río, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace
- Campaña de Contaminación de Greenpeace
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